ISHERWOOD, CHRISTOPHER
En 1947, casi treinta años antes de que Bruce Chatwin emprendiera su ya mítico viaje a la Patagonia, Christopher Isherwood se embarcó en una travesía de seis meses por Sudamérica. Isherwood evitó deliberadamente leer a profundidad sobre el continente, pues la aspiración de quien hace un diario es más la de trazar un paisaje impresionista y espontáneo que la de hacer algo perentorio. Asimismo, consideraba que si hubiese tenido un conocimiento más amplio lo más probable es que hubiese generado en mí cierto complejo de inferioridad y una humildad que habrían sido contraproducentes. El cóndor y las vacas -catalogado por el autor como uno de sus mejores libros- es el resultado de ese viaje. De inmediato se estableció como una crónica clásica, debido a la mordaz capacidad de observación del autor, que realiza el mejor homenaje a los sitios visitados al narrar sus experiencias sin idealizaciones ni sentimentalismos.