MEDINA REYES, EFRAIM
Rep hace un viaje a la infancia: su padre y su madre se divorcian, la vida comienza a florecer, y la podredumbre de una ciudad sitiada por la pobreza, y agredida por la gentrificación, se cuela por el lenguaje, las anécdotas, y los dilemas de un muchacho que entiende que su mundo interior es mucho más complejo que el de esos chicos que se burlan de su desmesurado crecimiento, del acné pernicioso que lo invade y de las relaciones con las mujeres.
La huida del protagonista de una sociedad conservadora como pocas hacia una aventura europea que comienza en Alcalá de Henares con dos chifladas millonarias que lo alquilan como fachada de su relación lésbica, sigue en Marsella, donde lo acoge un amigo conocido en Ciudad Inmóvil, y termina en Italia entre dos aventuras.
En estas páginas se siente no solo la escritura de quien ha hecho una obra honesta que no se ahorra, que no cree en lo políticamente correcto ni en la reinante cultura de la cancelación y que ha escrito con las tripas. El corazón palpita y la poesía aparece y uno se pregunta cuál es esa mejor cosa que nunca tendrás y entiende que es eso, el tiempo, lo que no podemos comprender por estar viviéndolo y se nos escapa para aparecer, mucho tiempo después, por gracia de la literatura en libros tan notables y hermosos como este.