JOSÉ ORTEGA Y GASSET
"Una de las empresas más extraordinarias de las muchas que acometió Ortega y Gasset fue, sin lugar a dudas, la publicación - entre 1916 y 1934 - de los ocho volúmenes que conforman El Espectador, obra de la que se nutre esta antología. Frente a otros títulos de la producción orteguiana, quizá más apela a la personalidad de sus interlocutores. En palabras del propio autor, "una obra íntima para lectores de intimidad". Por otro lado, y tratando de huir de la imagen petrificada y canonizada de un filósofo de manual o enciclopedia, el Ortega de nuestro tiempo no puede ser sólo el de sus grandes obras maestras, sino que puede e incluso debe ser el hombre del día a día que se paseaba por la calle y escribía con total naturalidad sobre todo aquello que oía y veía, sin filtros y sin tapujos, con el cerebro en plena ebullición y con las emociones a flor de piel. Un hombre que, como él mismo confesaba en 1915, nunca pretendió "tener otra virtud que ésta de arder ante las cosas". -