Música / SIMPATÍA POR EL BATERISTA : POR QUÉ IMPORTA CHARLIE WATTS

SIMPATÍA POR EL BATERISTA : POR QUÉ IMPORTA CHARLIE WATTS

SIMPATÍA POR EL BATERISTA : POR QUÉ IMPORTA CHARLIE WATTS

EDISON, MIKE

$ 132,000.00
.
En stock
Editorial:
LIBROS DEL KULTRUM
Materia
Música
ISBN:
978-84-18404-25-2
Páginas:
290
$ 132,000.00
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No se ha tomado aún suficiente conciencia de la importancia del trabajo de Charlie Watts como baterista y sostén de los Rolling Stones, verbigracia, su verdadero motor -aportación de cuya instrumental importancia siempre se hizo eco y reverencialmente subrayó el propio Keith Richards: «sin Charlie no habrían existido los Stones»-. Y no le falta razón. Hay creadores póstumos, músicos cuya obra solo revela su significado décadas después de haber poblado los surcos de incontables grabaciones. He aquí la tardía reivindicación -con nocturnidad e idolatría; no en vano, este libro nace de una inquebrantable y muy docta devoción, y al más puro estilo Gonzo- del acaso más incomprendido baterista de la historia del rock. Semblanza cuya lectura agradó sobremanera a un Charlie Watts -reacio, por principios, al vertido de elogios sobre su persona- pocos meses antes de dejar este mundo. No alcanza a ocultar el autor, en ningún momento, su incondicional adhesión al arcano arte de este simpar baterista, y nos invita, por medio de una accesible y cabal reflexión, a comprender la -nunca suficientemente bien ponderada- razón por la cual «la banda de rock ‘n’ roll más grande de la historia» necesitaba hacerse con los servicios «del mejor baterista de rock ‘n’ roll».



Afamado escritor y consumado baterista, Mike Edison desgrana los pormenores de la inusual semblanza de Charlie Watts que va mucho más allá del propio biografiado, el instrumento y los propios Stones, con el noble fin de celebrar sesenta años de agitación cultural. Sin dejar, para ello, de pasar revista a los mitos de la creación musical, retratando a ilustres farsantes y dando cuenta de sus fastuosos fraudes, y zurciendo, en tan noble empeño, los deshilachados contornos del punk, el blues, el country, el soul, la música disco, el jazz, el góspel y el rhythm ‘n' blues; en suma, la banda sonora de los viejos roqueros. Ahí es nada...